Crónicas de un regreso anunciado.

“Para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande y glorioso, esta noche anuncio mi candidatura a la presidencia de los Estados Unidos”



Escrito por: Victoria E. Laureano Vega.

El pasado 15 de noviembre, el ex presidente Donald Trump anunció su postulación oficial en la contienda para regresar a la Casa Blanca en 2024. Durante 40 minutos, el magnate estadounidense le habló a sus seguidores desde su mansión Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, recordándoles algunos de los grandes logros de su administración en 2016-2020.“El regreso de Estados Unidos comienza ahora mismo” fue la frase con la que inauguró su discurso.

La noticia llega días después de dar a conocer los resultados de las elecciones de medio término, donde la “ola roja” no pudo consolidarse a como se pronosticaba. Donald Trump es señalado como el causante de gran parte de esta derrota, pues hizo campaña y apoyó a varios candidatos que se quedaron cortos y con ello, pareciera ser un indicativo de la pérdida de influencia del ex-mandatario.

La realidad es que esta noticia no es de sorprender a nadie, Trump nunca ha dejado de reiterarle a las y los estadounidenses sus deseos de regresar a la Casa Blanca en 2024. El grueso de sus simpatizantes sigue siendo significativo, sin embargo, es de reconocer que gran parte de sus votantes se sienten decepcionados por dos eventos particulares, su terquedad al rechazo de los resultados electorales en 2020 y por la insurrección del 6 de enero de 2021. Asimismo, algunos líderes republicanos y personajes cercanos al partido republicano han expresado en repetidas ocasiones su deseo por buscar otra figura presidenciable dentro del partido y finalmente dar vuelta a la era Trump, situación que, ciertamente ha enfurecido al ex-presidente y ha optado por atacar a sus nuevos enemigos, tales como Mitch McConnel o Ron DeSantis.

Asimismo, en medio de esta noticia, es importante recordar que actualmente el ex-mandatario enfrenta dos investigaciones penales, la primera referente a la retención de documentos clasificados en su residencia de Mar-a-Lago y un segundo referente a la incitación a la violencia durante el asalto al Capitolio, suceso que tuvo lugar el 6 de enero del año pasado.

¿Hay alternativas por parte del partido Republicano?

A dos años de las elecciones presidenciales, parece ser que el contrincante más cercano pudiera ser el recién re-electo gobernador de Florida, Ron DeSantis, antiguo seguidor de Donald Trump y de quien tuvo respaldo durante 2018 en las primarias republicanas, pues se ha convertido en años recientes en una figura popular entre los conservadores. Sin embargo, al día de hoy Donald Trump le ha dado la espalda y lo ha identificado como un enemigo, ha criticado su gobierno y señalado como alguien desleal.

Otros posibles aspirantes republicanos podrían ser el ex-gobernador de Nueva Jersey Chris Christie; el gobernador de Virginia Glenn Youngkin; el senador de Texas Ted Cruz o, el ex-vicepresidente de Trump, Mike Pence.

¿Qué esperar de la formalización de su candidatura?

Su presidencia fue caótica de principio a fin, algunos de sus mayores críticas, por nombrar algunos, son sus discursos racistas, xenófobos e intolerante hacia grupos históricamente marginados, su priorización de intereses personales al interés nacional, su política migratoria, sus escándalos de acusaciones de abuso sexual o el mal manejo de la pandemia derivada por el COVID-19.

No obstante, la ley estadounidense respalda la ambición de Donald Trump a competir por una segunda administración, pero será el partido republicano quién deberá ser crítico al momento de lanzar oficialmente a su candidato presidencial para 2024, pues deberán cuestionar y debatir ideas y proyectos para el futuro del país y del partido. Los demócratas, por su parte, deberán aprovechar esta disyuntiva para proponer un proyecto de país diferente y atractivo al electorado estadounidense.

Pero si algo es claro, es que los procesos legales y las investigaciones contra Trump deberán ser continuadas, pues en dado caso de ser candidato, estas podrían ser utilizadas como un vago argumento de “persecución política” a su candidatura presidencial.

De llegar a cumplirse el segundo mandato de Donald Trump los estadounidenses tendrán que estar seguros de una cosa: será un juego político donde buscará venganza contra todos aquellos que considere sus enemigos o que le hayan sido desleales.



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